El cliente es la principal razón de existir de cualquier empresa u organización. Entendemos el cliente como aquella persona o empresa que tiene una necesidad que podemos cubrir con el resultado de nuestra actividad profesional. Con eso, el cliente no espera que le entreguemos un producto o servicio sino que espera una entrega de VALOR con lo que queden cubiertas sus expectativas y necesidades.

Al tratarse de nuestro objetivo final es imprescindible tenerlo muy en cuenta en nuestro proceso de elaboración de la entrega.

Es por ello que en este artículo presentamos 5 motivos para integrar al cliente en nuestro día a día:

  1. Entrega de valor

El cliente es quién tiene unas expectativas que cubrir y confía en nosotros para que le entreguemos valor, muy preciado por él. Por tanto, su integración en el proceso de diseño nos acerca esas expectativas y nos ayuda a generar ese valor de forma más concreta y acelerando el momento de la entrega.

2. Retroalimentación

Al tener en cuenta al cliente durante el proceso de generación del producto o servicio que necesita generamos retroalimentación, preguntando de forma directa, mediante reuniones establecidas y con el posterior testeo de muestras y prototipos para confirmar si vamos por el buen camino. Así, generando feedback, mejoramos el producto o servicio a entregar.

3. Agilidad

Aunque parezca al contrario, tener en cuenta al cliente en momentos determinados del proceso productivo genera agilidad. Podríamos pensar que reunirnos con el cliente y testear el producto genera más trabajo al tener que cuadrar agendas y juntar el equipo de trabajo. Precisamente por ello, la inclusión del cliente nos permite mejorar la entrega antes de hacerla, con la retroalimentación. Si prescindimos de ello, podemos finalizar la entrega con un producto no esperado y tener que volver a empezar desde el principio.

4. Confianza

Permitir la entrada del cliente en tu día a día genera confianza. El cliente conocerá como trabajas, quién forma parte del equipo y formará parte en alguna reunión como algún miembro más del equipo. Abrir las puertas de tu casa, enseñar tus posibles fragilidades y fortalezas, genera confianza y por lo tanto, fidelidad.

5. Proximidad

La generación de confianza, la agilidad en la entrega y poder cumplir con las expectativas hace que el cliente se sienta más próximo al equipo de trabajo. Como hemos dicho, esto genera confianza para seguir contando con tu empresa para necesidades futuras.

Ejemplo:

 Suponemos que eres una empresa que desarrolla aplicaciones para la venta online de artículos Un cliente te contrata para que le desarrolles esta aplicación para móvil o tableta, para vender sus productos y realizar entregas a domicilio. Con tu equipo de diseñadores y desarrolladores de software:realizas un plan de trabajo, marcando objetivos, metodología de proceso, timing de entregas de valor al cliente.Mediante las reuniones iniciales se establece el objetivo final del producto que queremos entregar al cliente y un planning temporal de entrega de 6 meses.Entre tanto, pongamos por ejemplo que durante esos 6 meses hay un cambio de normativa legal en el marco de la venta online. Pero nos encontramos en el mes 5, a un mes de la entrega y no estamos a tiempo de aplicar el cambio, con lo que el producto que entregamos al cliente no le solucionará su necesidad y lo devolverá. Tendremos que volver a empezar de nuevo con lo que tardaremos un tiempo más a satisfacer al cliente. Involucrando al cliente en momentos determinados podemos ser proactivos en el desarrollo del producto, crear sinergias y anticipar posibles cambios para adaptar el producto. El cliente y el equipo van de la mano, se cumplen los timings y se genera valor haciendo entregas del producto de forma iterativa.