The Durrells es una fantástica serie de la cadena británica ITV (2016), dónde una familia se traslada a vivir a la isla griega de Corfú dando un nuevo rumbo a su vida. Louise, la madre, se enfrenta al reto de tener 17 huéspedes en su modesta casa donde también convive con sus 4 hijos y un número cuantioso de animales. Cada uno de sus hijos está enfocado en sus necesidades vitales del momento con lo que la tarea de su madre es atraer su atención para organizar y gestionar el momento de la mejor manera posible. Esta serie nos permite constantemente ver como se gestiona el tiempo y el esfuerzo liderado por la madre en un entorno de libre albedrío y sobre todo sin nunca pegar un grito a ninguno de sus hijos. La familia forma un equipo. El tema del liderazgo lo tratamos en el artículo  #Tip19_Pymes_Liderazgo: 5 valores clave 

Os recomiendo mucho esta serie no solo porque da que pensar sino también porque te transporta al color, olor y sabor del mediterráneo desde la isla griega de Corfú acompañado con puntos divertidos de humor británico-griego.  

En el artículo de hoy presentamos 4 prácticas para mejorar y medir la rentabilidad del equipo para mejorar nuestro camino hacia la consecución de los objetivos: 

  1. Medición 

De forma general, en equipos pequeños, con multitud de proyectos encima de la mesa y en un entorno con tiempos de entrega cortos, se tiene la sensación que se está trabajando 24h sin parar. La lectura de esta alta dedicación puede hacerse desde muchos prismas: puede mostrar  implicación, responsabilidad y cierta calma y tranquilidad como indicativo de que hay trabajo… pero merece la pena responder algunas otras preguntas cuando se trabaja con el agua al cuello: ¿dedicamos todo el esfuerzo a los proyectos que aportan más? ¿Son productivas las horas? ¿Cuánto tiempo dedicamos a tareas desechables? ¿Están bien repartidas las tareas? Mucha dedicación no implica siempre un buen trabajo, por tanto, el primer paso para mejorar la rentabilidad de un equipo es saber cómo y cuanto y estamos trabajando. 

  1. Para Qué 

Una vez respondidas las preguntas de diagnóstico debemos analizar PARA QUÉ realizamos los trabajos. ¿Qué queremos conseguir? ¿Cuál es nuestro objetivo?. No solamente a nivel general del equipo sino en cada tarea. Quizás estemos mecanizando un trabajo diario que no aporta mucho al proyecto o quizás no lo tengamos que hacer nosotros si no el compañero de al lado porque tiene mayor aptitud para ello y nosotros nos podemos dedicar a otra cosa más preparados para ellos. 

Por tanto es necesario reorganizar los PARA QUÉ en todas las líneas de trabajo y tareas realizadas. 

  1. Motivación 

La motivación del equipo es clave para la mejora de la rentabilidad. Para ello es necesario que el equipo se sienta escuchado e implicado en la toma de decisiones y los equipos se organicen de forma horizontal en vez de vertical. Aquí os dejo el link de un artículo anterior sobre gestión de equipos: #Tip9_Organización horizontal vs vertical

  1. Retribución 

Una vez medidos y detectados los niveles de rentabilidad del equipo se aplican medidas para mejorar el funcionamiento del equipo y medio plazo deben obtenerse resultados. No solamente a nivel económico sino también de salud laboral de la empresa. Esta mejora debe organizarse con nuevos repartos de responsabilidades acompañados con mejoras retributivas, ya sea por la consecución de objetivos y por la mejora de niveles productivos. No es fácil obtener las medidas justas para que el sistema de incentivos funcione para todos los miembros del equipo de igual forma, pero esto ya da para otro artículo. 

En definitiva, ldeterminación de objetivos y la organización del trabajo entre el equipo necesaria para alcanzarlos es clave para evitar tirar horas dedicadas a tareas no bien asignadas. En el día a día es difícil parar para observar como lo estamos haciendo y tomar decisiones, pero realmente vale la pena. Las mejoras siempre aparecen, no solamente en la cuenta de resultados sino también en el ambiente laboral.