Siempre ha habido controversia entre la necesidad de tener todos los procesos escritos para facilitar la entrada de nuevos miembros al equipo o disponer de un contexto más flexible donde el equipo se autogestiona y autoadministra. Desde el movimiento Agile, uno de los valores de su manifiesto trata este tema. En el #tip14_AGILE_software funcionando sobre documentación extensiva abordamos la necesidad de priorizar la entrega de valor al cliente sobre la documentación de los procesos y protocolos, aunque en ningún caso se plantea la eliminación de protocolos, ni mucho menos, si no que son positivos si se usan como guía.
Presentamos aquí los pros y contras que creemos más importantes a la hora de diseñar protocolos de actuación:
Pros:
- La documentación ayuda a entender la estrategia y dirección de la empresa. Poner negro sobre blanco el PARA QUÉ de la existencia de la empresa ayuda a tener un equipo focalizado a ello.
- Ayudan a entender la cultura de trabajo de la empresa.
- Facilita la entrada y adaptación de nuevos miembros al equipo de trabajo.
- Ante las nuevas formas de trabajo con equipos más horizontales y autogestionados, la disposición de unas bases, normas y/o objetivos facilitan la alineación del equipo.
- Tratar los protocolos como guía y acompañamiento, no como instrucciones del día a día.
Contras:
- Demasiada descripción conduce al estancamiento y a limitarse a cumplir lo escrito.
- Dificultad de adaptarnos a cambios externos de la demanda si tenemos que dedicar recursos al cambio de protocolos debido a nuevos contextos.
- La homogeneización de protocolos dificulta la creatividad del equipo y la proactividad.
- No facilita la mejora continua porque la readaptación de la definición de protocolos supone una barrera para empezar iniciativas nuevas.
- Posibilidad de caer en la burocratización de la empresa.
Está claro que encontrar un punto medio entre los pros y contras es la mejor opción. Debemos tener en cuenta el sector donde trabajamos y el producto o servicio que ofrecemos para valorar la necesidad o no de disponer de unos protocolos más o menos flexibles. No es lo mismo fabricar chinchetas o bolígrafos que diseñar campañas publicitarias.
Y también valorar que el establecimiento de reglas marcadas e instrucciones de trabajo es más apropiado quizás para grupos de la empresa más enfocados a tareas administrativas en comparación a los equipos creativos que trabajan en el desarrollo y diseño del producto.
En conclusión, disponer de pautas escritas en cuanto a la estrategia y misión del grupo es esencial para que todos tiren de carro en la misma dirección. Si vamos un poco más a fondo y establecemos protocolos de actuación para el desarrollo de las acciones diarias debemos centrarnos en aquellas importantes, las que dan valor al producto y/o servicio que ofrecemos pero no detenernos en detallar cualquier movimiento. Esto produciría estancamiento y poca cintura para adaptarnos a cualquier incidencia o cambio de tendencia en nuestro mercado, ya que tendremos que actualizar primero lo escrito antes que actuar.